Aquí tenéis las caritas de expectación cuando alguien llamó a la puerta y sabíamos que era el cartero real:
Y mirad cómo echan sus cartas en el buzón ¡Aquí parecía que nadie había roto un plato nunca!
Éranse una vez, unos duendes mágicos, que un día entraron en nuestro cole. Al verlos, les pedimos emocionados tres grandes deseos para nuestra clase: APRENDER CADA DÍA ALGO NUEVO, AMOR DEL BUENO Y MUCHA CREATIVIDAD. Y los tres deseos fueron concedidos. Queremos compartir con vosotros las experiencias de unos peques y su seño en una clase que cada día se llena de magia. ¡Bienvenidos a nuestro blog!
verdad, que caritas tenian todos....Fue un momento muy especial para los niños.
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